jueves, 7 de abril de 2011

De Justin Bieber a David Guetta

Llega un momento en la vida de toda mamá 2.0 (y las futuras mamis ya lo veréis) que no sabe una si es fan de Justin Bieber o de David Guetta.

Menos mal que se ha modernizado la industria musical infantil desde que yo era pequeña y escuchaba lo último de Parchís, ¿quién no recuerda a esa ficha roja? o la entrañable canción de Enrique y Ana, “Mi amigo Félix”, que seguro que a más de uno nos hizo derramar una lagrimita cuando decía eso de... “cuando vayas al cielo, amigo Félix, hazme solo un favor: quiero ir contigo a jugar un ratito con el osito de la Osa Mayor...” y hay que ver lo macabro que suena ahora la dichosa estrofa y los éxitos que cosecharon y todo ello sin estar en el mundo 2.0.

Y lo cierto es que cuando vas a mirar la cartelera de próximos conciertos para ver a tus ídolos, ya no los buscas a ellos si no a los de tus hijos.

En el coche llevas el cd de sus grupos preferidos, los sigues en Twitter y Facebook para estar informado de su gira y comprar las entradas ¡que vuelan! a pesar del precio, que cualquiera diría que son Madonna o los Rolling Stone, además de apuntarte a todos los concursos que publican en su muro y que tan martirizados tienen a tus amigos de Facebook a los cuales chantajeas con un “hoy por mí, mañana (cuando tengas hijos) por ti” para que le den al “me gusta” de tu comentario y ganarte ese superpremio para tu hijo que consiste en una camiseta o una taza de desayuno.

Ya no sabes cuál es el número uno de Los 40 Principales, cuando sales una noche (por casualidad y dando gracias) vas a un club y todas las canciones te suena a chino a pesar de que alguien te dice: “Vaya TE-MA-ZO”, que te dan ganas de gritar “Subidón, Subidón!” y ponerte a bailar la coreografía del “Lore-Lore, Macu-Macu” porque piensas que es lo más in pero enseguida te das cuenta que no, que hay que saberse todas los temas de David Guetta que debe ser como Pau Donés porque a mí todas sus canciones me suenan igual. Y eso que al chaval no le gana nadie en cuanto a trabajador, eso sí, porque no hay canción en la pista de baile que no lleve el apellido “featuring... David Guetta” o “remixed.... by David Guetta”.

Así que con las mismas, cuando llegas a casa decides que te quedas con las canciones de tu hijo, con las de toda la vida, que además te lo pasas pipa bailando y cantando con él y en definitiva disfrutando.

Y cuando mi peque sea un poco más mayor, yo voy a hacer como la Esteban, me iré a todos los conciertos habidos y por haber a saltar, a cantar, a bailar y en definitiva a volver a sentirme una quinceañera. ;)

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